martes, 26 de agosto de 2008

LA GERRA DEL GOLFO


Guerra del Golfo
La llamada Guerra del Golfo Pérsico o simplemente Guerra del Golfo fue la guerra de 1990 a 1991 entre Irak y una coalición internacional, compuesta por 34 naciones y liderada por Estados Unidos, como respuesta a la invasión y anexión de Irak al emirato de Kuwait. También se la conoce como Operación Tormenta del desierto, nombre de la campaña liderada por Estados Unidos para liberar Kuwait. En Irak, la guerra es con frecuencia llamada simplemente Um M'aārak - "La Madre de todas las batallas".
El inicio de la guerra comenzó con la invasión iraquí a Kuwait el 2 de agosto de 1990, la cual fue inmediatamente sancionada económicamente por las Naciones Unidas. Las hostilidades comenzaron en enero de 1991, dando como resultado una crucial victoria para las fuerzas de la coalición, lo cual condujo a que las tropas Iraquíes abandonaran Kuwait dejando un saldo muy alto de víctimas humanas. Las principales batallas fueron combates aéreos y terrestres dentro de Irak, Kuwait, y la frontera de Arabia Saudita. La guerra no se expandió fuera de la zona de Irak-Kuwait-Arabia, aunque algunos misiles iraquíes llegaron a ciudades israelíes. Las causas de la guerra, e incluso el nombre de ella, son aún temas de controversia.
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Invasión a Kuwait
Al amanecer del 2 de agosto de 1990, las tropas iraquíes cruzaron la frontera de Kuwait con vehículos armados e infantería, ocupando puestos estratégicos en todo el país, incluyendo el Palacio del Emir. El ejército de Kuwait fue rápidamente aplastado, aunque lograron dar el tiempo necesario para que las fuerzas aéreas de aquel país lograsen huir a Arabia Saudita. La lucha más difícil se desarrolló en el Palacio del Emir, donde los miembros de la guardia real lucharon a favor de que la familia real tuviera tiempo de escapar. Un primo del Emir, quien comandaba la guardia, estuvo en el grupo de aquellos que murieron. Las tropas saquearon reservas alimenticias y médicas, detuvieron a miles de civiles y tomaron el control de los medios. Irak detuvo a miles de turistas occidentales como rehenes para después intentar usarlos como escudo para las negociaciones. Después de que un breve gobierno títere liderado por Saddam Hussein fuese instalado, Irak anexó Kuwait. Hussein instaló entonces un nuevo gobernador provincial, describiendo lo acaecido como la "liberación" del pueblo de las manos del Emir; esto fue usado principalmente como propaganda de guerra.

La guerra
Como respuesta a estos sucesos, el 16 de enero de 1991 una coalición internacional de 31 países liderada por Estados Unidos y bajo mandato de la ONU, inició una campaña militar con el fin de obligar al ejército invasor a replegarse de Kuwait. Los países integrantes de la coalición eran Argentina, Arabia Saudita, Australia, Bangladesh, Bélgica, Canadá, Checoslovaquia, Corea del Sur, Colombia, Dinamarca, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, España, Estados Unidos, Francia, Grecia, Hungría, Reino Unido, Italia, Kuwait, Marruecos, Países Bajos, Nueva Zelanda, Nigeria, Noruega, Omán, Pakistán, Polonia, Portugal, Qatar, Senegal y Siria. Para la batalla, la coalición había logrado reunir un ejército de 680.000 hombres, 2.000 carros de combate y una flota de 100 barcos de guerra entre los que había seis portaaviones, además de un impresionante despliegue aéreo de al menos 1.800 aviones. Cabe destacar que el contingente norteamericano era por mucho el más numeroso con 415.000 soldados de los cuales 27.000 eran mujeres.
Los Iraquíes disponían de un ejército de 545.000 soldados, 4.500 blindados y 700 aviones de combate entre los que había MIG-21, MIG-23, MiG-25, MiG-29, Mirage F-1, Su-24 y algunos bombarderos Tupolev Tu-22K. También contaban con un buen número de misiles Scud-B de alcance medio y algunas plataformas móviles con las cuales era posible dispararlos desde cualquier zona en Irak. Todo esto sin mencionar un importante arsenal de armas químicas y biológicas que diferentes países occidentales, entre ellos Estados Unidos, le habían promocionado a Saddam Hussein durante la sangrienta guerra que el dictador había librado con Irán unos años antes.
Inicialmente, la operación aliada recibió el nombre de Escudo del Desierto y más adelante sería rebautizada como Tormenta del Desierto. La campaña inició el 17 de Enero con una serie de bombardeos en los que se utilizaron 100 misiles crucero Tomahawk disparados desde barcos estacionados en aguas del Mar Rojo y el Golfo Pérsico. Algunos de los blancos alcanzados durante los primeros ataques fueron 3 Palacios Presidenciales, el Ministerio de Defensa, la Dirección de inteligencia militar, cinco estaciones de teléfono, el puente Ashudad, el Cuartel general del Ejército del Aire, una fábrica de ensamblaje de misiles Scud, la sede del partido Baath, la sede central de la policía, la estación central de televisión y diferentes ministerios. Durante la primera semana de ataques aéreos, la coalición anunció que se había logrado la destrucción de al menos 350 aviones enemigos, mientras que los iraquíes afirmaban haber derribado 60 aviones aliados. La coalición únicamente reconocería la pérdida de 4 aviones y más tarde se daría a conocer que una refinería de Khafji en Arabia Saudita había sido atacada por la artillería Iraquí.
En un intento por romper la coalición y provocar la salida de Egipto, Siria y otras naciones árabes del conflicto, Saddam Hussein dio la orden de bombardear Israel usando misiles Scud-B para obligar al estado hebreo a entrar en la guerra. La táctica no funcionó y los israelíes se abstuvieron de realizar represalias, pero estos ataques obligaron a la coalición a modificar sus planes. A partir de ese momento, las plataformas móviles con las cuales los iraquíes disparaban contra Israel serían el objetivo primordial de los ataques. En total unos 41 misiles Scud con carga convencional impactarían sobre las ciudades israelíes de TEL-Aviv y Haifa.
El pánico se apoderó de los habitantes de Israel, pues temían que Saddam Hussein decidiera lanzar un ataque químico o biológico en cualquier momento. Debido a esto, el gobierno de Israel distribuyó máscaras antigás. El día 19 un bombardeo Iraquí causó la muerte de 3 personas y dejó heridas otras 16. Para evitar esto, el ejército de Estados Unidos dispuso la instalación de 6 baterías de anti misiles Patriot en territorio israelí, 2 en Turquía y 21 en Árabia Saudita. A pesar del despliegue de la defensa anti misil, esto no impidió que 46 mísiles Scud cayeran sobre territorio Saudita. De hecho todavía, hasta el día de hoy, la efectividad de los anti mísiles Patriot durante la Guerra del Golfo es objeto de debate.
La campaña aérea
Apenas iniciada las hostilidades, los italianos lanzaron ocho aviones Tornado para atacar blancos dentro de Kuwait. Siete de estos aviones debieron abortar la misión debido a problemas logísticos y sólo uno se internó en Kuwait de donde nunca más volvió. El piloto y el navegante fueron reportados como desaparecidos. La Royal Air Force británica, por su parte, experimentó serios problemas en sus ataques a las bases aéreas Iraquíes. El objetivo de los ingleses era dejar caer bombas JP-233 para inutilizar las pistas, aunque para esto los aviones debían volar a no más de veinte metros de altura para evitar los radares o de lo contrario serían detectados con antelación. Así, de este modo, los británicos perdieron cinco aviones Tornado en las primeras 400 misiones, lo cual constituyó un récord en la historia de la aviación militar ya que el promedio de aviones perdidos por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos era, hasta ese momento, de un avión por cada 750 misiones. Debido a este incidente, los británicos suspendieron los ataques a baja altura.
La Fuerza Aérea Iraquí efectuó algunas salidas en un intento por defender al país, pero no había mucho que pudiera hacer ya que la coalición contaba con aviones de última generación como el F-15 Eagle, el F-16 Falcon, el F-14 Tomcat, el Panavia Tornado, el F-117 Nighthawk y otros más que eran apoyados por aviones de contramedidas electrónicas y AWACS. De hecho nunca hubo propiamente una batalla aérea, salvo algunos encuentros esporádicos y la mayoría de los aviones de Irak fueron destruidos en los búnkers donde se encontraban o en las pistas. En los combates aéreos, los iraquíes perdieron 39 aviones de los cuales 30 derribos fueron causados por los F-15 Eagle. Se calcula que unos 127 aviones de Irak fueron destruidos durante el conflicto, entre estos se contaban cinco de los seis bombarderos Tupolev Tu-22K con que contaba la nación árabe.
Aún así, un MiG-25 Iraquí logró derribar un F/A-18 Hornet del escuadrón VFA-81 Sunline durante una escaramuza. A su vez, los F-15 Eagle de la Fuerza Aérea Real Saudíta se encargaron de dos Mirage F-1 iraquíes. Más adelante, un escuadrón de MiG-25 localizó e interceptó a un grupo de F-111 y F-15C. La actuación de los aviones iraquíes logró que los misiles SAM en tierra pudieran derribar uno de los F-15C Eagle. Así mismo, tres F-16 Falcon estadounidenses fueron destruidos por fuego antiaéreo durante una misión de ataque y otros tres más serían abatidos en distintos eventos. Sin embargo, pese a los esfuerzos de los iraquíes, la superioridad de la coalición se fue imponiendo rápidamente y una patrulla de F-15 Eagle abatió dos MiG-25. Durante los encuentros sucesivos sobre los cielos de Irak, los F-15 Eagle norteamericanos lograron abatir 5 MiG-29, 8 MiG-21, 2 Su-25, 4 Su-22, 1 Su-7 y 8 Mirage F-1. Todavía el 19 de Enero un MiG-29 consiguió derribar un Tornado británico, pero pronto se hizo evidente que no había forma de competir con el poderío de la coalición y los mejores pilotos iraquíes decidieron huir en sus aviones hacia Irán. Se estima que un total de 115 aviones militares y 33 aparatos civiles hallaron refugio en suelo iraní. Al final del conflicto se reportó la pérdida de 38 aviones de la coalición, la mayoría abatidos por fuego antiaéreo.
Privados de fuerza aérea y acosados por intensos bombardeos, las fuerzas de Irak optaron por proteger sus tropas y su equipo bajo tierra con lo que perdieron toda movilidad. Una vez alcanzada la total supremacía aérea, la coalición incrementó sus ataques a fin de que Saddam Hussein diera la orden de retirarse de Kuwait y aceptara rendirse. Todas las ciudades de Irak fueron blanco de bombardeos y sufrieron severos daños; murieron decenas de miles ya que lo que los aliados arrojaron sobre todo Irak tuvo una inmensa capacidad destructiva equiparable a unas ocho veces la bomba de Hiroshima. Uno de los incidentes más sonados ocurrió el 13 de Febrero cuando dos misiles impactaron un refugio antiaéreo en Bagdad llamado Al-Ameria y provocaron la muerte de 1.200 civiles.
Los resultados de la campaña aérea fueron abrumadores para las fuerzas Iraquíes y mermaron terriblemente su capacidad de combate por no hablar de su moral. Se estima que al terminar la guerra unos 2.435 tanques, 1.443 blindados y 1.649 piezas de artillería fueron destruidos o inutilizados como consecuencia directa de los demoledores ataques aéreos. Cabe destacar que el A-10A Thunderbolt II norteamericano dio buenos resultados en sus acciones contra los blindados iraquíes.
La campaña terrestre
El 13 de Febrero de 1991, algunas unidades de la 1o. y 2o. División de Marines desplegadas en la frontera con Árabia Saudita realizaron algunas incursiones de tanteo dentro de Kuwait con el objetivo de medir el peligro con vistas a iniciar un ataque por tierra. Lo cierto es que los iraquíes habían comenzado a replegarse desde principios de Febrero y la moral de las tropas era baja. De las 42 divisiones desplegadas en Kuwait, al menos 14 habían sido desbandadas y sólo 19 conservaban entre un 60% y un 70% de sus capacidades de combate. El resto de las fuerzas Iraquíes se hallaba en una situación precaria y comenzaron las deserciones en masa.
El plan del general Schwarzkopf dependía de mantener una fuerza significativa de marines frente a las costas de la capital de Kuwait, lo cual hizo creer a los iraquíes que las fuerzas norteamericanas efectuarían un desembarco y los obligó a concentrar sus tropas en esa zona. El siguiente paso de la coalición fue movilizar el grueso de sus fuerzas hacia el oeste, en dirección a la línea Wadin al Batin donde las defensas Iraquíes consistían en meros montículos de arena, dispersas y no guarnecidas además de zanjas y campos minados. Las fuerzas norteamericanas estuvieron acompañadas por la 6o. División acorazada, Daguet, francesa, y la 1o. británica, con las célebres Desert Rats. Los franceses ocuparon todo el tiempo la posición más occidental funcionando como un escudo protector para el resto de las fuerzas aliadas. El plan recibió el nombre de Hail Mary y consistía en rodear a las fuerzas enemigas a través de un flanco para envolverlas, sorprenderlas y al mismo tiempo cortarles la retirada.

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