El islam
Islam, religión monoteísta surgida en el siglo VII en la península Arábiga a partir de las enseñanzas de Mahoma, llamado el Profeta. En su acepción literal, la palabra árabe islam significa 'entregarse', pero el Corán establece su sentido religioso, ‘sumisión’ a la voluntad o a la ley de Dios. La persona que profesa y practica el islam es un musulmán (en árabe muslim, 'el que se somete a Dios'). Según el Corán, el islam es la religión universal y primordial. Incluso la propia naturaleza es musulmana ya que obedece las leyes que Dios ha establecido en ella. Para los seres humanos, que tienen libre albedrío, la práctica del islam no implica obediencia sino la libre aceptación de los mandatos divinos.
La cúpula de
La población musulmana mundial se estima próxima a los mil millones de personas. El islam ha florecido en muy diversas regiones geográficas, culturales y étnicas. Los principales grupos étnicos que componen la comunidad musulmana engloban a los árabes (la mayor parte del norte de África y Oriente Próximo), pueblos turcos y otomanos (Turquía, regiones de la antigua Unión Soviética y Asia Central), iraníes, afganos, indo-musulmanes (Pakistán, India y Bangladesh), comunidades del Sureste asiático (Malaysia, Indonesia y Filipinas) y un pequeño porcentaje de chinos. En Europa, el islam es la segunda religión más profesada después del cristianismo.
DOCTRINA ISLÁMICA
Las dos fuentes fundamentales de la doctrina y la práctica islámicas son el Corán y
El coran Los musulmanes consideran el Corán como la palabra eterna e “increada” de Dios revelada a Mahoma por medio de Gabriel, el arcángel de la revelación.
. Creen que su autor es el mismo Dios, y no el Profeta, por lo que el Corán es inimitable e infalible. La palabra procede del árabe al-qur'ān, 'la lectura' o 'la recitación'. Recoge las diferentes revelaciones de Alá a Mahoma durante los casi 20 años de su
La segunda fuente esencial del islam,
A diferencia del Corán, el Hadit no es considerado infalible. En el periodo islámico primitivo la infalibilidad del Profeta (aparte de las revelaciones del Corán) constituyó un punto de controversia. Pero más tarde el consenso de la comunidad islámica fue que tanto él como los profetas anteriores fueron infalibles. Debido a que el Hadit fue transmitido de forma oral, se admitió que la intervención humana pudo introducir errores durante dicho proceso, por lo que es una fuente secundaria respecto al Corán. Según algunas investigaciones no musulmanes, una gran parte del Hadit no procede en sí del ejemplo del Profeta, sino que recoge las opiniones de las primeras generaciones de musulmanes, opiniones que fueron después atribuidas a Mahoma. En determinados casos se habrían conservado sus declaraciones genuinas, aunque después se añadieran opiniones teológicas o legales expuestas por musulmanes.
Dios
El monoteísmo es una cuestión central para el islam, que admite la existencia de un solo Dios (llamado Alá), único y omnipotente. Rechaza el politeísmo, así como la extensión de la divinidad de Alá a alguna persona. Dios creó el hombre y la naturaleza a través de un primordial acto de misericordia, de lo contrario existiría la nada. Además, dotó a cada elemento de su creación de su propia naturaleza y de leyes que gobiernan su conducta . El resultado es un conjunto armónico y ordenado, un cosmos en el que cada cosa tiene su propio lugar y sus limitaciones, por lo que en la naturaleza no aparecen desequilibrios, trastornos o rupturas. Dios preside y gobierna el Universo, que con su ordenado funcionamiento es el signo y la prueba principal de la existencia de Dios y de su unidad. En el pasado pudo haber alteraciones del orden natural, en forma de milagros, pero aunque el Corán acepta los milagros de los profetas anteriores (Noé, Abraham, Moisés, Jesucristo y otros), los declara caducos; el milagro de Mahoma es el Corán, prodigio que ningún humano puede realizar o repetir.
Según el islam, Dios cumple cuatro funciones fundamentales respecto al Universo y a la humanidad en particular: creación, sustento, dirección y juicio. Dios, que creó el Universo por su absoluta misericordia, está obligado también a mantenerlo; toda la naturaleza ha sido subordinada a la humanidad, que puede explotarla y beneficiarse de ella. Sin embargo, el último objetivo de la humanidad consiste en existir al “servicio de Dios”, es decir, para adorarle sólo a Él y construir un orden social ético, justo y libre de corrupciones.
Ética
El Corán declara que “reformar
Profetas
Dios ha enviado profetas a
El Juicio Final
Las acciones divinas de creación y dirección concluyen con el acto del Juicio Final. En este día en que la humanidad será reunida y todos los individuos serán juzgados tan sólo por sus hechos. Los “elegidos” irán al Jardín (el paraíso) y los “perdedores” irán al infierno, aunque Dios es misericordioso y perdonará a los que sean merecedores de ello. Además del Juicio Final, que afecta a los individuos, el Corán reconoce otra clase de juicio divino, que afecta a la historia de naciones, pueblos y comunidades. Las naciones, como los individuos, pueden estar corrompidas por la riqueza, el poder y el orgullo, y si no se reforman serán castigadas con la destrucción o sojuzgadas por pueblos más virtuosos. (Corán 39,67-75 y 22, 1-24.)
PRÁCTICAS E INSTITUCIONES: LOS CINCO PILARES
La comunidad islámica considera fundamental la práctica de cinco deberes, conocidos como los cinco pilares del islam.
Profesión de fe
De acuerdo con el absoluto compromiso del islam con el monoteísmo, la primera obligación es la profesión de fe o testimonio (shahada): “No hay más dios que Alá y Mahoma es su profeta”. Esta profesión, que debe ser hecha pública por cada musulmán al menos una vez en su vida “de forma verbal y con total asentimiento de corazón”, señala el ingreso de un individuo en la comunidad islámica.
Oración
La segunda obligación es la salat, que consiste en realizar cinco oraciones diarias. La primera oración tiene lugar antes de la salida del sol; la segunda, al mediodía; la tercera, entre las tres y las cinco de la tarde; la cuarta después de la puesta del sol y la quinta antes de acostarse y antes de la medianoche. Durante la oración, los musulmanes miran en dirección a
Como paso previo al inicio de la oración, el devoto tiene que hacer las abluciones pertinentes. Antes de cada oración comunitaria, el almuédano (del árabe al-mu'addin, 'el que llama a oración') o muezín hace una llamada pública desde un minarete (o alminar) de la mezquita. En tiempos recientes, la llamada se hace a través de sistemas de megafonía para que se pueda oír a distancia.
El viernes es el día santo para el islam. En dicho día, a primera hora de la tarde, se realizan en las mezquitas oraciones especiales de carácter comunitario. Son precedidas por un sermón desde el púlpito pronunciado por el imán, llamado también el jatib. En los dos días de fiesta religiosa anual, llamados ids (uno de ellos tan pronto concluye el mes de ayuno del Ramadán y el otro después de la peregrinación a
Limosna
La tercera obligación fundamental de un musulmán es pagar la denominada zakat o limosna (Corán 2, 263/64 a 275/74). Éste fue en un principio el impuesto exigido por Mahoma (y después por los estados musulmanes) a los miembros acomodados de la comunidad, sobre todo para ayudar a los pobres. También se utilizó para captar conversos al islam, así como para la redención de cautivos de guerra, para el auxilio de personas con grandes deudas, para la financiación del yihad (la guerra por la causa del islam o guerra santa), que según los comentaristas del Corán engloba el bienestar y la educación. Sólo cuando se ha entregado la zakat se considera legítima y purificada el resto de la propiedad y fortuna de un musulmán. En la mayoría de los estados musulmanes la zakat ya no es recaudada por el gobierno y se ha convertido en una limosna voluntaria, aunque su pago sigue siendo considerado como una obligación esencial de todos los musulmanes.
Ayuno
La cuarta obligación es el ayuno, o saum, durante el mes del Ramadán. Puesto que el calendario islámico es lunar, las festividades no son fijas. Incluso durante los cálidos veranos la mayoría de los musulmanes observa con rigor el ayuno. Durante el mes de ayuno las personas deben abstenerse de comer, beber, fumar y mantener relaciones sexuales desde el amanecer hasta la puesta del sol, y evitar todo pensamiento o acto pecaminosos. Quienes puedan permitírselo deben, además, dar de comer como mínimo a un pobre. Si una persona no puede cumplirlo por encontrarse enferma o de viaje, no es necesario que ayune en ese momento, aunque deberá hacerlo en días posteriores.
Peregrinación
La quinta obligación del musulmán es el hach, la peregrinación a
El desarrollo del transporte aéreo en nuestros días ha permitido realizar la peregrinación a musulmanes de todas las regiones del planeta. En 1977 se registró ya una cifra de dos millones de peregrinos. A través de los siglos,
Aparte de estas cinco instituciones básicas, el islam prohíbe el consumo de alcohol y de carne de cerdo. Además de
ISLAM Y SOCIEDAD
El concepto islámico de sociedad es teocrático en tanto que el objetivo de todos los musulmanes es el “gobierno de Dios en
La comunidad de los fieles
La base de la sociedad islámica es la comunidad de los fieles, que queda consolidada por el cumplimiento de las prácticas religiosas. Su misión es “infundir el bien y prohibir el mal” y, de este modo, reformar
Peregrinación a
La educación
El sistema educativo contribuyó a los grandes progresos culturales del islam. Las universidades se fundaron como instituciones de enseñanza religiosa donde se formaban los “ulemas” o eruditos religiosos, los “cadíes” o jueces, los “muftíes” o intérpretes de
Entre otras famosas universidades islámicas,
Ley islámica
La ley islámica, o sharia, define los objetivos morales de la comunidad. En la sociedad islámica, el término Derecho tiene un significado más amplio que en el espacio occidental, pues engloba imperativos tanto morales como legales. Por la misma razón, no todo el Derecho islámico puede ser formulado como norma legal ni ser impuesto por los tribunales. En gran parte depende exclusivamente de la conciencia.
Las cuatro fuentes
La ley islámica está basada en cuatro fuentes o fundamentos del Derecho. Las dos primeras son las fuentes documentales, el Corán y la tradición representada por
Escuelas jurídicas
En el islam surgieron cinco escuelas jurídicas, cuatro suníes y una shií. Las cuatro escuelas suníes aparecieron en los dos primeros siglos del islam: la shafí, la hanafí, la malikí y la hanbalí. Todas utilizan de forma sistemática el razonamiento para esclarecer cuestiones legales no resueltas por el Corán o
Yihad
El término yihad, habitualmente traducido como 'guerra santa', designa la lucha por el objetivo islámico de “reformar
Según el Derecho islámico clásico, el mundo está dividido en tres grandes zonas:
La familia
La comunidad islámica primitiva aspiraba a consolidar la familia a cambio de abandonar las antiguas fidelidades tribales, aunque no fue capaz de eliminarlas. El Corán insiste en la piedad filial y en el “amor y misericordia” que deben existir entre marido y mujer. Se declara iguales a hombres y mujeres, “excepto que los hombres están en una categoría superior” porque corren con los gastos de la casa. La fidelidad sexual es requerida absolutamente.
El Corán aboga por medidas destinadas a mejorar la condición de la mujer. El infanticidio de niñas, práctica frecuente entre ciertas tribus, está prohibido; las hijas reciben una parte de la herencia, aunque sólo la mitad de lo asignado a los hijos. También insiste repetidas veces en el tratamiento respetuoso a las mujeres y concede a las esposas el derecho al divorcio en caso de malos tratos. El Corán aprueba la poligamia, permitiendo al hombre tener hasta cuatro esposas, pero también dice que “si temes no poder hacer justicia entre tus esposas, entonces cásate con una sola”. El abuso de la poligamia y del derecho del marido en el islam tradicional a repudiar a la esposa incluso cuando su conducta es intachable ha conducido en los últimos años a la promulgación de leyes encaminadas a evitarlo en casi todos los países musulmanes.
HISTORIA
En tiempos de Mahoma, la península Arábiga estaba habitada por beduinos nómadas dedicados al pastoreo y al bandidaje, y por árabes que vivían del comercio en las ciudades. La religión de los árabes era politeísta e idólatra aunque existía una antigua tradición de monoteísmo, o por lo menos la creencia en una divinidad suprema. Las comunidades judías y cristianas quizá contribuyeron a crear una mayor receptividad hacia las doctrinas monoteístas, aunque ni el judaísmo ni el cristianismo atrajeron a los árabes. A Mahoma lo precedieron algunos predicadores monoteístas aunque con poco éxito.
Mahoma
Mahoma tuvo su primera experiencia profética a los 40 años de edad cuando, según afirmaba, se le apareció el arcángel Gabriel en una visión. Mahoma confió a su familia (perteneciente a la tribu quraysh, que disfrutaba del poder político en
Las enseñanzas centrales de Mahoma eran la bondad, omnipotencia y unidad de Dios, y la necesidad de que la generosidad y la justicia rigieran las relaciones humanas. A esta emergente religión se incorporaron importantes elementos del cristianismo y del judaísmo, y otros elementos arraigados en la tradición árabe preislámica: instituciones tan importantes como la peregrinación y el santuario de
El periodo clásico
Durante los siglos VII y VIII se produjo la expansión territorial del islam y durante esas dos centurias y las dos inmediatamente posteriores se desarrollaron las cuestiones legislativas y teológicas básicas del islam ortodoxo. Aunque no tan esencial como en el cristianismo, en el islam
La traducción de las obras filosóficas griegas al árabe en los siglos VIII y IX contribuyó a la aparición de la primera escuela importante de teología islámica, los mutazilíes, que subrayaban la razón y la lógica rigurosa. La cuestión de la importancia de las buenas obras persistía y los mutazilíes mantenían que una persona que cometiera un pecado grave sin arrepentirse no era un musulmán (muslim) pero tampoco era un no musulmán (kafir), sino que ocupaba un terreno intermedio (fasiq). Sin embargo, pusieron el énfasis en la absoluta unicidad y justicia de Dios. Afirmaban que Dios era pura esencia sin atributos, puesto que los atributos implicarían multiplicidad.
La justicia divina requiere del libre albedrío, ya que si el individuo no fuera libre para elegir entre el bien y el mal, premio y castigo serían absurdos. Dios, al ser perfecto y justo, no puede abstenerse de recompensar el bien y castigar el mal.
Los mutazilíes sostenían que la razón humana sirve para distinguir entre el bien y el mal. La teología de los mutazilíes fue establecida como credo oficial por el califa Al-Mamun, pero hacia el siglo X se produjo una reacción, encabezada por el filósofo Al-Ashari y sus seguidores, los asharíes. Negaban el libre albedrío, considerando este concepto incompatible con el poder absoluto y la voluntad de Dios. Rechazaban asimismo que la razón natural humana pudiera conducir al conocimiento del bien y del mal, pues las verdades morales son establecidas por Dios y sólo se pueden conocer a través de la revelación divina. Los conceptos de Al-Ashari y su escuela fueron imponiéndose con lentitud entre los suníes u ortodoxos, y siguen predominando entre los musulmanes. Sin embargo, la tendencia de los suníes ha sido tolerar y acomodar pequeñas diferencias de opinión y subrayar el consenso de la comunidad en materia de doctrina.
Sufismo
El movimiento místico llamado sufismo tuvo su origen en el siglo VIII, cuando pequeños círculos de musulmanes piadosos, como reacción ante la creciente atracción por los bienes terrenales que mostraba la comunidad islámica, comenzaron a llamar la atención sobre la importancia de la vida interior del espíritu y la purificación moral. Durante el siglo IX el sufismo se desarrolló como doctrina mística, con la comunión directa o incluso una unión de éxtasis con Dios, como su ideal. Esta aspiración a la unión mística con Dios violaba el compromiso islámico ortodoxo con el monoteísmo. Por esta causa fue ejecutado en Bagdad, en el año 922, el sufí Al-Hallaj, acusado de haber manifestado su identidad con Dios. Destacados sufistas intentaron más tarde lograr una síntesis entre el sufismo moderado y la ortodoxia, y en el siglo XI Algazel logró introducirlo en el ámbito de la ortodoxia sunita.
En el siglo XII el sufismo dejó de ser patrimonio de una elite instruida y se transformó en un complejo movimiento popular (“Dios no tiene fin y la palabra del Corán es inagotable”). La insistencia sufí en el conocimiento y en el amor de Dios aumentó el atractivo del islam para las masas e hizo posible su extensión más allá de Oriente Próximo, llegando a África y Asia oriental. La hermandad sufí se multiplicó desde el Atlántico hasta Indonesia; algunas comunidades abarcaron todo mundo islámico y otras fueron regionales o locales. La enorme implantación de estas fraternidades se debió en primer término a la capacidad y a la generosidad de sus fundadores y dirigentes, que no sólo atendían las necesidades espirituales de sus seguidores sino que también ayudaban a los pobres fueran cuales fueran sus creencias y actuaban con asiduidad como intermediarios entre el pueblo y los dirigentes políticos.
Los shiíes
Los shiíes o chiítas son el único grupo disidente de importancia con respecto a la ortodoxia suní que sobrevive en el islam. Surgieron a consecuencia de una turbulenta disputa familiar sobre la sucesión política de Mahoma a la muerte de Alí. Los shiíes afirmaban que gobernar a la comunidad es un derecho divino de los descendientes del Profeta a través de su hija Fátima y su marido Alí, quien inaugurara el periodo denominado de los “cuatro califas justos” (658-750). Dentro del grupo de los shiíes hay quienes creen en una serie de 12 caudillos religiosos infalibles que arranca con el imán Alí, por lo que a este grupo también se le conoce como duodecimanos. El duodécimo y último imán desapareció en el año 873, y los shiíes esperan que a su regreso el mundo se vea presidido por la justicia; teniendo en cuenta que proclamaban la infalibilidad absoluta de los jefes de la comunidad, éstos debían ejercerla con autoridad. El imán —de carácter semidivino— es, por su propia condición, el único designado por la luz divina “para explicar la ley de Dios”. Hasta ese momento, incluso el mejor gobernante no tendrá la legitimidad absoluta. Además de los duodecimanos, otros grupos shiíes han sido los zaydíes, los ismailíes o los nusayríes.
El islam en el mundo moderno y contemporáneo
El estancamiento de la cultura islámica tras la edad media condujo a una renovada insistencia en el pensamiento original (ijtihad) y a movimientos de reforma religiosa. A diferencia de los principales movimientos doctrinales y filosóficos medievales, las corrientes modernas se preocuparon fundamentalmente de las reformas sociales y morales. El primer movimiento de este tipo fue el wahhabí, llamado así por el nombre de su fundador, Ibn Abd al-Wahhab, que surgió en Arabia en el siglo XVIII para convertirse en una vasta tendencia integrista con ramificaciones en todo el mundo musulmán. El movimiento wahhabí pretendía reactivar el islam purificándolo de sus influencias no islámicas, y en particular de las que habían corrompido su monoteísmo original, subrayando la responsabilidad individual de los musulmanes por encima de la aceptación pasiva de las tradiciones.
Otros reformadores islámicos han estado marcados por las ideas de Occidente. La figura más influyente del siglo XIX fue el egipcio Muhammad Abduh, para quien la razón y el pensamiento moderno occidental confirmarían la doctrina del islam en lugar de socavarla, y esa doctrina islámica podría ser reformulada en términos modernos. Muhammad Iqbal es el más importante filósofo moderno que abordó la reinterpretación de las doctrinas islámicas. Otros intelectuales en Turquía, Egipto y
Aunque las ideas modernas estaban basadas en interpretaciones plausibles del Corán, los fundamentalistas islámicos se opusieron enérgicamente a ellas sobre todo a partir de la década de 1930. La reacción contra el modernismo ha tomado impulso desde esos años por varias razones. Los fundamentalistas no se oponen a la educación moderna, la ciencia y la tecnología per se, pero acusan a los reformadores de ser los vehículos transmisores de la moralidad occidental. Creen que la emancipación de la mujer, tal como se concibe en Occidente, es responsable de la desintegración de la familia y de una moral sexual permisiva en exceso. Algunos fundamentalistas sospechan de la democracia porque no confían en el sentido moral de las masas. Por otra parte, los dirigentes y funcionarios de algunos países musulmanes no han logrado mejorar de un modo significativo la situación económica de la mayoría de la población. En último extremo, y quizá resulte lo más importante, el resentimiento que ciertos grupos musulmanes sienten hacia el colonialismo occidental ha originado que para muchos de ellos todo lo relacionado con las culturas de Occidente sea sinónimo y representación del mal.
Durante la época moderna, el islam ha continuado incorporando nuevos creyentes a sus filas, de forma muy acusada entre los negros africanos y entre algunos grupos negros de Estados Unidos, atraídos por su igualitarismo y su estricto sentido de la solidaridad.
El islam y otras religiones
Convencidos de la verdad absoluta del islam, los musulmanes no han buscado entablar diálogo con representantes de otras confesiones, aunque algunos investigadores islámicos medievales escribieron obras bastante imparciales sobre ellas. Desde la década de 1960, sin embargo, los musulmanes han iniciado un diálogo con representantes del cristianismo y del judaísmo, reconocidos por el islam como las otras dos “religiones del libro” (basadas en la revelación). Pero el recuerdo del colonialismo occidental ha generado desconfianza y frustrado todas las tentativas ecuménicas.
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